La Compañía actuó en el antiguo Claustro de San Isidoro, en el marco del Festival de Teatro Clásico de León, con entrada libre hasta completar aforo, aproximadamente de 600 personas. La gente se aglomeraba para encontrar un sitio al inicio de la apertura de puertas. El espectáculo se enmarcaba dentro de un lugar con encanto, mágico, y de época apropiada para el contexto de la obra. El público quedó totalmente encantado, participando siempre de manera activa en el desarrollo de la función. Las risas constantes, de mayores y pequeños fueron un murmullo de principio a fin en el patio de butacas.